La provincia de Agustinos Recoletos con presencia en seis países comienza una nueva etapa tras su unión con la Provincia San Agustín. Para los próximos cuatro años se propone fomentar la unidad y ser creadores de comunión, abriendo el carisma a los jóvenes y laicos, y trabajando por la solidaridad
Concluido el Capítulo provincial la pasada semana y con una nueva estructura, la Provincia San Nicolás de Tolentino comienza ahora a andar en un nuevo sendero. Tras ocho días de reflexión en Marcilla (Navarra, España), la provincia de la Orden de Agustinos Recoletos se ha marcado nuevos objetivos para los próximos cuatro años. Los 35 religiosos que representaron a las 48 comunidades de agustinos recoletos han plasmado sus conclusiones en el Proyecto de Vida y Misión, que será la guía de la provincia para los próximos cuatro años. Durante esta semana el Consejo general aprobará este proyecto, paso previo para su puesta en marcha.
Fortalecida tras su unión con la Provincia San Agustín, se ha propuesto como objetivo «fomentar en la Provincia la unidad y ser creadores de comunión». Este objetivo se pretende llevar a cabo con la Iglesia universal, viviendo el carisma y espiritualidad agustino recoleto; con la propia Orden de Agustinos Recoletos y el resto de provincias; con los religiosos provenientes de la Provincia San Agustín; en la misma provincia; en las comunidades; y entre los religiosos de cada comunidad.
En este sentido, según indica el Mensaje del CXXVII Capítulo Provincial de San Nicolás de Tolentino, «ser artífices de unidad y creadores de comunión» exige a los agustinos recoletos «vivir en salida». Eso salida debe ser «al encuentro del hermano diferente; del pobre, del apaleado por múltiples avatares de sobresaltos y decepciones, del desorientado, del náufrago, del emigrante».
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