El religioso agustino recoleto Alfonso Lomeli se encuentra realizando el mes de preparación para la profesión solemne. Así cuenta, de una forma original, su experiencia.
🧐 En los últimos cinco días me encontré de ejercicios, con miras a mi #ProfesiónSolemne. Durante estos días me vino a la memoria un artículo de Ianire Angulo que me confrontó hace algunos años. Lo busqué y lo leí de nuevo.
💉 El artículo habla de los tatuajes, de cómo los jóvenes nos tatuamos cosas y luego escapamos de las cosas que son para toda la vida. La reflexión me vino como anillo al dedo, no porque esté huyendo de la decisión que quiero tomar, sino porque ¿al final la #ProfesiónSolemne no es eso? ¿Decir un #si para toda la vida, como hacerse un tatuaje? Es imprimir en nuestra piel el nombre del Dios amor para toda la vida.
😇 Hacer una #ProfesiónSolemne es decirle ‘Te amo’ al Dios del amor, el que desordena la casa por una moneda de poco valor; el que se alegra con la señora que recuperó esa monedita; el que ve a su hijo y, en vez de reñirle, lo llena de besos; el Dios que muere en la Cruz.
🤔 Una #ProfesiónSolemne es confesar públicamente tu amor a Dios para toda la vida; es decir: ¡Yo quiero ser de Cristo para el resto de mi vida! Eso es una decisión que se tiene que rezar, porque ¿cómo hay que responder a un Dios que es tan grande?
😍 Yo sé que mi amor es mínimo, en comparación al gran amor de Dios. Sé, y soy muy consciente, de lo pequeño que soy… pero me siento llamado, y por eso me atrevo a decir, y hacer mías esas palabras de Chiara Lubich: “Si, siempre y con alegría”. Esa es mi conclusión de estos ejercicios espirituales.
😅 Una última cosa: el artículo de Ianire Angulo termina preguntándose: ¿Qué me tatuaría yo? Tengo dos opciones: «Ayúdame a devolverte el Amor» o «Haznos como tú nos sueñas». Lástima que me den tanto miedo las agujas. Como último favor me gustaría pedirles su oración por los seis jóvenes que estamos caminando en el Mes de preparación para la Profesión Solemne en México.
✍ Alfonso Lomeli OAR